Aunque los profetas hablaron inspirados por el espíritu santo, muchas veces.
Cuando un profeta sí fue inspirado por el verdadero Espíritu Santo, cuando ese profeta sí recibió una profecía verdadera y cuando además ese profeta sí fue enviado a los seres humanos con un mensaje divino,
eso para nada quiere decir que TODAS las palabras y enseñanzas de dicho profeta, sean palabras salidas del Espíritu Santo, eso para nada quiere decir que todas sus palabras sean palabras absolutas, inapelables e incuestionables, eso para nada quiere decir que ese profeta tenga la salvación asegurada, o que ese profeta no haya engañado a la humanidad. Eso no quiere decir que la humanidad no se haya engañado a sí misma, tomando por verdad absoluta, alguna palabra equivocada, de un ser humano falible, al cual ascendieron a puesto de profeta y le dieron el titulo de infalible. Lo subieron a un pedestal para adorar sus palabras humanas.
Por esa ignorancia e idolatría de los seres humanos hacia los profetas, por ese culto idolátrico hacia las personas de los profetas, es por donde el diablo y su hijo, el gran anticristo Pablo
se han infiltrado, autorizados por Dios, miles de veces, a desviar a miles de millones de seres humanos, por miles de años, desde los patriarcas del pueblo de Israel, hasta nuestros días.
Por la ignorancia de los que a ciegas siguen a los profetas, millones de veces, espíritus mentirosos se han hecho pasar por el verdadero Espíritu Santo, y han entrado en profetas que de antemano sí habían profetizado verdades en nombre de Dios, para probar a los hombres,
a ver si reconocen la verdadera voz de Dios, a ver si las ovejas del Pastor celestial reconocen la voz de su verdadero Pastor, en medio de muchas voces que suenan parecido (tomar cinco minutos para leer 1ª de Reyes 22: 1-38). Por lo que ha habido siempre grandes profetas con algunas de sus profecías erradas.
Pero el hecho de que los grandes profetas se hayan equivocado en algunas de sus profecías, no quiere decir que las grandes profecías sobre el Mesías, que los profetas escribieron, sean falsas,
sino que los grandes profetas también fueron engañados,
y por ello, aunque sí hablaron verdades sublimes de parte de Dios, también se equivocaron en algunas otras de sus profecías.
En verdad los profetas recibieron el Espíritu de profecía de Dios, mas no todas las profecías que leemos en ellos vienen de Dios. Pero quedaron allí escritas sus obras y sus profecías completas,
para probar con ellas a todos los seres humanos, a ver si creen, los que oyen y los que leen esas historias, que supuesta mente Dios les dijo a los profetas unas palabras que el Dios verdadero, el Dios de la vida eterna, el Dios de la vida infinita, jamás diría, como por ejemplo, que les quitaran la vida, en nombre del Dios de la vida, a otros seres humanos, tan hijos de Dios como ellos.
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