viernes, 14 de octubre de 2011

¿Error de Da Vinci sobre la última cena?


La última cena de Jesús con sus doce apóstoles, realmente fue tendidos en el suelo, sobre tapetes, o tendidos sobre largas tarimas.  No estaban sentados en una mesa, sino que estaban recostados, según la usanza de la época y la usanza de la zona geográfica donde vivían. En ese entonces y en ese lugar de la Tierra, las personas se recostaban para ingerir los alimentos.      
Así queda claro en la escritura donde dice que Juan estaba recostado delante del pecho de Jesús.  La cabeza de Juan estaba delante del pecho de Jesús, sin necesidad de que Juan estuviera todo el tiempo con la cabeza agachada hacia el pecho de Jesús, en forzada posición de difícil explicación, como lo han pintado por error los artistas, desde los grandes como Da Vinci  y los que le siguieron.
Es un error que da a entender a un Juan débil, como que no puede con su propia cabeza, algo afeminado, por lo general imberbe, cuando se supone que todos tenían barba, de acuerdo a la ley de Moisés, que prohibía expresamente raerse los lados de la barba.  
Todos estos errores, que no tienen un fundamento bíblico, han sido causados por el superficial error de Da Vinci, que hasta pudo haber pintado a Juan con rostro y cuerpo de mujer, según algunas teorías recientes.  Todo por un error de un pintor, que vivió mil quinientos años después de Cristo, que no sabía ese detalle de que estaban recostados, no sentados a la mesa.
Si hubieran estado sentados, muy juntos, entonces no tendría explicación el hecho que Pedro le tuvo que hacer señas a Juan, para que le preguntara reservada mente a Jesús sobre la identidad del traidor elegido por Dios.  Un traidor tan poco esperado, que a los demás ni se les ocurrió pensar que era  Judas, ni siquiera cuando Judas abandonó la reunión intempestivamente, al recibir el bocado de pan mojado.  Era tan importante Judas, el que manejaba el dinero, que no se les ocurrió pensar que pudiera ser él.
Si Da Vinci se equivocó por ignorancia de los detalles, quiere decir esto que el papa de turno, que le encargó las obras de arte, también ignoraba por completo el hecho que en esa época no se sentaban a la mensa.  Quiere decir, que han ignorado este importante detalle, todos aquellos que han pintado, o esculpido, la más famosa cena de la historia.   Es más, si  Da Vinci y el papa de turno ignoraban algo como esto, bien pudieron haber ignorado muchos más detalles, de todo aquello en lo que trabajaron, como la supuesta participación de María magdalena en esa última cena en medio de los doce apóstoles, según Da vinci.
Nótese a Juan, durante toda la última cena, supuesta mente recostado encima de Jesús, algo que está muy lejos de la realidad del pueblo Judío de ese entonces.  No queda clara la firmeza varonil de Juan, o la de Jesús, o la del grupo, lo cual ha dado pie para muchas burlas en medio de los que ignoran los detalles de tan importante cena. Todo por un fatal error de un papa y un pintor muy famoso, toda una ligereza de concepto.

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