jueves, 24 de noviembre de 2011

Confusión sobre las recompensas recibidas en público.


Mateo 6: 3-4
Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha, para que sea tu limosna en secreto;  y tu Padre,  que ve en lo secreto,  te recompensará en público.

Mateo 6: 6  
Pero tú,  cuando ores,  entra en tu cuarto,  cierra la puerta y ora a tu Padre que está en secreto;  y tu Padre,  que ve en lo secreto,  te recompensará  en público.

Mateo 6:18  
para no mostrar a los hombres que ayunas,  sino a tu Padre que está en secreto;  y tu Padre,  que ve en lo secreto,  te recompensará en público.

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Este: te recompensará en público, que es una añadidura de buena fe, única mente aparece en las biblias de origen protestante versión Reina Valera.   En las biblias de origen católico y ortodoxo y en las nuevas biblias protestantes, basadas en los textos masoréticos, no aparece esta añadidura.
       
Es relevante hacer esta aclaración puesto que se presta para que las personas hagan su justicia para ser vistos de los hombres, para recibir su recompensa en público.  Por lo que esta breve e insignificante añadidura termina siendo toda una escuela de los nuevos fariseos, que buscan hacer sus obras para ser vistos y alabados de los hombres, con lo cual dice Jesús que ya tienen su recompensa, que pierden  esa  anunciada recompensa (secreta).

Es lógico que si alguien práctica sus obras de justicia en privado, lo natural es que su recompensa sea también en privado, en secreto.

Es preciso añadir que según el Maestro Jesús, el dar a los pobres, el orar y el ayunar son las obras de justicia del ser humano.  Según Jesús la justicia jamás será luchar contra las injusticias.  La justicia nada tiene que ver con luchar contra las injusticias, van por senderos opuestos.   Todo el que lucha contra las injusticias inevitablemente hace más injusticias, no hace justicia.

Esas obras de justicia recomendadas por Jesús, deben ser hechas en secreto.  Es decir, el bien no se ve, por lo que parece que el mal gana al bien en el mundo, pero el bien de los que si leyeron bien las enseñanzas de Jesús, no se ve, como tampoco se ven las recompensas recibidas.

La justicia parece ciega pero es que no se ve, así como el amor, que es el dar, parece ciego, pero es que tampoco se ve.  A esto se refería en parte Jesús, cuando hablaba de negarse a sí mismo, tener bajo perfil, que el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado.  El bien es subterráneo, es las catacumbas espirituales de los prudentes, es la base oculta que soporta lo que sí se ve.

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